Sihanoukville party beach

Ayer llegamos por fin a la playa para unos días de relax, pero esto no es lo que nos imaginábamos. Las playas paradisíacas, desiertas y de arena blanca y agua transparente están en Tailandia. Aquí la arena está llena de suciedad, asi como el agua que ha dejado de ser cristalina hace mucho tiempo, y de basura que echan tanto locales como turistas. Las playas lejos de estar desiertas, están repletas de turistas ávidos de alcohol barato, mujeres de pago y música a todo volumen. 

Los precios siguen siendo igual de caros que en Phnom Penh y mas o menos como en Londres. Sinceramente, es un abuso. No por los turistas, que supongo que cada vez seremos menos los que vengamos a Cambodia y lo sustituyamos por alguno de los países vecinos, pero también por los locales, que lo único que están consiguiendo es llevar el país a una situación de inflación brutal insostenible. 

Anyway, hoy hemos ido a la playa. A la que nos corresponde, claro, porque la playa de turistas está a un lado y la playa de locales a continuación. En ella toda la gente se baña vestida, con camiseta y pantalones, por lo que las turistas en bikini están mal vistas. Es una lastima porque esa parte de la playa es mas bulliciosa, llena de gente y de vida. Los chiringuitos son mas auténticos, la comida mas fresca y local y los precios, supongo, que mas asequibles. Nosotros seguimos pagando en dolares, por lo que la estancia aquí se esta haciendo insostenible. Lo único barato es la cerveza a 0,5 dolares la jarra de barril o 0,75 la lata y el alcohol a 2,5 dolares la copa, bien cargadita. 

Después de un baño en la playa a empezado a llover a mares, y no hemos refugiado en un chiringuito. Se supone que abril es la temporada seca, pero nos estamos comiendo lo peor de cada temporada. Por un lado el calor brutal del a temporada seca y ahora las lluvias monzónicas que han castigado esta costa durante mas de 4 horas. Atrapados en el chiringuito no tuvimos mas remedio que cervecear, aunque también se puede comer varias de las cosas que ofrecen los vendedores ambulantes, desde frutas, pinchos de calamares, cangrejos, algún dulce y sobre todo, nuestra elección: Langostas. Después de un breve regateo, por 5 dolares me dieron 11 langostas, no muy grandes, pero exquisitas. me dio un poco de pena por el tamaño y tal. Sé que no esta bien, pero estaban tan ricas que se me olvidó pronto el cargo de conciencia. 

Aquí el cargo de conciencia y sentimiento de culpa lo tienes que guardar para poder disfrutar de las vacaciones Multitud de pobres, niños, amputados, vendedores ambulantes y hasta monjes budistas vienen a pedirte dinero, ofrecerte servicios, productos o lo que sea, con tal de que les des algo de tu dinero. Es tal la avalancha que a las dos horas o te tienes que ir con lagrimas en los ojos, o te haces fuerte e insensible e intentas disfrutar de tus vacaciones. Está mal la explotación infantil para la mendicidad o venta ambulante, pero también esta mal la explotación que estamos haciendo los turistas de este país. 

Me recuerda esta playa a Patong, allí en Tailandia, donde la fiesta sin control y los turistas borrachos toman el control del día y la noche y la picaresca de los locales campa a sus anchas. Cuando ha dejado de llover hemos dado un paseo por el pueblo. de noche no es lo mas recomendable, pero teníamos ganas de ver si todo era igual, y efectivamente, lo es. Después de cenar a precio europeo acabamos de noche en otro chiringuito, con musicon a tope, copas a dos dolares happy hour, vendedores ambulantes ofreciéndote fuegos artificiales que los turistas lanzan en tu cara, con cierto riesgo y sensación de que nos hemos equivocado de sitio para pasar unos días de descanso en la playa. 

Mañana hemos decidido coger un barco e ir a ver otras islas de la costa, menos turísticas, mas aisladas y esperemos que mas vírgenes. A ver que nos encontramos, porque tenemos 4 días por delante y la perspectiva de pasarlos en Sihanoukville no es muy agradable para nosotros. En fin, estamos mayores para esto....