martes, 15 de abril de 2014

Mekong river

Esta mañana salimos temprano del hotel hacia Singhcafe, la agencia mas famosa, barata y de confianza de todo Saigón que será la encargada de llevarnos desde aquí a Phnom Penh remontando el río Mekong, que tantas veces hemos oido hablar de él o visto en las peliculas bélicas de la guerra de vietnam (aunque según tengo entendido se rodaron en filipinas la mayoría de ellas).





Tras un trecho en autocar llegamos a la villa de Ben Tre, donde embarcamos en lancha motorizada para ver los canales del río.

Pese a que es un recorrido marcadamente turístico, es algo para nosotros tan diferente que merece la pena cada uno de las visitas.







La primera parada fue en casa de unos locales que nos ofrecieron te, frutas y artesanía hecha en coco a la vez que tocaban instrumentos locales y cantaban melodías llenas de disonancias difíciles de entender para nuestro oido.


Tras otro corto recorrido en lancha llegamos a la siguiente villa donde nos enseñaron a partir cocos rallar la pulpa y mezclarla con malta para hacer caramelos, que posteriormente nos vendían a modico precio junto con mas artesanías. 


Obviamente sin que fuera necesario pedir un voluntario, me ofrecí a probar con un coco a ver mi tecnica para abrirlos. Lamentablemente no tengo un futuro en este campo laboral, puesto que mi ritmo es mas bajo de los 1800 cocos abiertos por día, que sale a unos 200 por hora mas o menos. Ademas el suelo no me convence. 200 cocos por un dólar...

Lo que si que mereció la pena es ver a Myriam cargar con una pitón de 40 kilos al cuello. Con el miedo que le daban antes, me temo que ya no es ninguna sorpresa para ella que la carguen al cuello con semejante animal, pero sigue dando un respecto considerable, sobre todo porque aun al tocarla podías apreciar en su estómago la forma del pollo entero que acababa de comerse.

A esto le siguió un paseo en un carricoche motorizado, tirado por una moto de tres ruedas mas parecida a un carromato gitano, pero con el glamour de que era el tercer vehículo que llevabamos en el día y sobre todo que nos ahorró caminar los 2 kilometros a pie hasta nuestro siguiente destino.

Aquí cogimos el cuarto vehículo, una pequeña barquita de madera a remo que nos llevó por los estrechos canales hasta llegar a una casa de comidas en medio de la selva. Alli pudimos degustar una comida típica del area del mekong, con un pescado llamado oreja de elefante que gentilmente nos desmigaron en un rollito vietnamita hecho con una especie de lamina de arroz y distintas verduras y fideos que estaba para chuparse literalmente los dedos.



De vuelta a la barcaza me dejaron conducir por los canales durante un rato... (mentira, me hice la foto solo para bacilar. Jejejejeje). Nos esperaba un corto recorrido en barco y un cansado y extenso viaje en bus hasta Can tho. Una de las ciudades mas grandes del area del Mekong. 







Díria que el viaje transcurrió sin incidentes, pero cualquiera que haya hecho un trayecto en autobus por esta zona sabe que la carretera está plagada de puentes que cruzan los cientos de ramificaciones del rio, y que cada uno de estos puentes tiene unos baches que te hacen botar medio metro de tu asiento hasta casi rozar con tu cabeza el techo. Al llegar a destino casi besamos el suelo. No sólo porque nos esperaba un hotelazo con piscina y habitaciones de lujo (sinceramente no sé como pueden rentabilizar este tour que nos ha costado menos de 40$ por barba incluyendo tal calidad hotelera y excelente ejecución. Bravo por esta agencia, Totalmente recomendable: The Singhtourist, anteriormente conocida como The singhcafe, calle Da Tham 246).


La noche termino con un excelente banquete a las orillas del río donde una puesta de sol bellisisma termino de aderezar los excelentes noodles cocinados en vasija de barro entre otros manjares que pudimos probar como la sopa de albondigas y remolacha o un pescado del río de nombre impronunciable pero exquisita textura y sabor. Excelente y sorprendente la cocina vietnamita, muy diferente a la de paises vecinos a pesar de utilizar muchos ingredientes comunes.


Una corta visita al centro de la ciudad y una cerveza Tiger de 640 ml en la azotea de un bar mirando a la estatua de Ho Chi Mingh al lado del río culminaron la guinda del pastel y nos fuimos a dormir con la sensación de haber disfrutado un dia completo desde la primera hora de la mañana hasta la ultima.


1 comentario:

  1. Queridos hijos: Son las ocho y diez de la tarde en Torre. Acabo de gozar de la lectura de vuestro día por el rio M. Esa Naturaleza domesticada por el hombre y ofrecida wen turismo amable a sus semejantes,aunque no lo parezcan,Gracias y nos alegramos de vuestra felicidad,buen ánimo y mejor estomago..así e la vida: un cúmulo de experiencias que solo los que alcanzanla sensibilidad y aprecio a ella son capaces de entender,saborear y aprovechar agradecidos. Demos gr.al Buen Dios porque a´si nos quiere.Amen.
    Nosotros acabamos de llegar.Mañana os daremos más noticias.Un abrazo y que os siente bien..je je..

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