miércoles, 23 de abril de 2014

Koh Rong Samloem

Bueno, pues como podréis ver en las fotos del blog de hoy, están echas con el teléfono de Myriam, y eso solo quiere decir una cosa; mi cámara ha dicho adiós para siempre después de estar sumergida 45 minutos a 10 metros de profundidad. 5 menos de los que teóricamente la cámara soporta. Para los que estén  pensando comprarse esta cámara, es la Fuji XP200. Así que si estás pensando comprarla para hacer fotos o vídeo submarino, así por lo menos te ahorras el dinero que vale y te compras una buena carcasa para tu cámara de fotos de mano de toda la vida. 

Lo malo es que mañana empieza la parte del viaje más fotogénica y será complicado encontrar otra cámara decente por aquí, pero lo intentaremos. 

Hoy hemos estado en la isla de Koh Rong Samloem. La mas bonita del conjunto de Islas frente a la costa de Sihanoukville, con las mejores playas y mas remota y libre de turistas. 

Sólo hay un par de barcos rápidos que lleven a la isla, uno que vale 15 dolares el trayecto y otro que es el de la escuela de buceo de koh Rong que te lleve y trae por el mismo precio. La duración del viaje es aproximadamente de 30 a 40 minutos. La otra opción es ir con una excursión organizada o coger el barco lento, pero 2 horas de ida y dos de vuelta reducen mucho el tiempo de disfrute en la isla. 

La llegada es a Saracen Bay, una bahía de agua cristalina y arena blanca y fina como la del caribe. Hay un muelle de maderos casi improvisados, lo que hace que la entrada y salida del barco sea por una de las ventanas, en cuclillas y con alto riesgo de caer por la borda si viene algo de oleaje. 

En la playa hay tres o cuatro complejos de cabañas a pie de playa. algunas mas que cabañas son tiendas de campaña con toldo de pajas para darle un toque mas exótico mas que para quitar el calor o hacer sombra. El resto del complejo lo constituye otra cabaña a modo de Bar/restaurante donde también llegan los turistas de los barcos para saciar la sed de cerveza. 








Nosotros quisimos conocer también la otra parte de la isla, y como ya hicimos en Bambú Island, tomamos un caminillo por en medio de la selva y nos adentramos en la profundidad de los arboles frondosos, recordando cada capitulo de la serie Lost y cuestionando la dificultad o no de supervivencia en caso de naufragar en una isla desierta. A medio camino, una familia de monos cruzó nuestro paso, mas con cara de estar acostumbrados a presencia humana que a sorpresa por vernos. Cruzaron y se fueron sin mas. El resto del paseo de 45 minutos fue sofocante de calor, a las 12 de la mañana y sin apenas oxigeno que entrara en la densa selva, pero al llegar al otro lado nos esperaba una maravillosa sorpresa. 

Al otro lado de la isla está la playa "Lazy Beach". ésta sólo tiene un complejo de 5 o 6 cabañas de maderita y paja al borde de la arena y un bar cuidado al detalle también en maderitas y con unas vistas increíbles. 

Nos resistimos a aterrizar directamente allí sin habernos dado un bañito primero. La playa está completamente sola. Nadie nos molestó durante mas de una hora en los 700 metros que ocupa esta pequeña bahía, hasta que con cuentagotas empezaron a salir de sus cabañas sus legítimos habitantes. La arena es fina y un poco mas amarillenta que la de la otra playa, pero también clarita y con aguas transparentes tirando a turquesas. Eso sí, a 31 grados. Tipo bañera. 



Unos bañitos más y el chiringuito nos llamaba a voces antes de emprender el camino de vuelta a la playa principal. Allí pasamos el resto del día, comiendo curry de pescado y marisco en una cabañita de madera y paja viendo pasar las horas, tirados en la arena fina y bañándonos en aguas cristalinas. Que mas se puede pedir? 






Pues si, una cámara decente para retratar tanta belleza, pero tendrá que esperar a ver si encontramos una en Siam Reap. Mañana cogemos el vuelo de la compañía Ankor Air, un bimotor pequeñito y esperemos que seguro, que nos llevará a la tierra de los templos. Mañana más. 

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